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Consejos para escapar

Veamos 10 consejos para salir de un juego de escape.

Trabajo en equipo.

Estos juegos sirven para trabajar esta cualidad. Siempre hay roles en un grupo y sin duda, el menos apropiado, es el que no comunica nada al grupo, va por libre y lo que encuentra no lo pone en común, suele dejarlo en el lugar donde está y permanece en silencio durante todo el juego. Comunicad al equipo todo lo que encontréis, hacer reuniones cuando os atasquéis y poned en común lo que tenéis cada uno.

El azar no sirve.

Si no tienes ningún número que meter en un candado o clave, no pruebes al azar. Hay gente que se dedica a ir probando claves o incluso a abrir a oído algunos candados o probando combinaciones. En eso no consiste el juego. No hacer eso, puede que te saltes medio juego y que luego te pierdas completamente la historia, y no sepáis de donde vienen las cosas. Lo mejor es jugar sin trampas. Si queréis abrir cajas fuerte a oído, mejor hacerlo en casa.

Conocidos.

Ven a jugar con gente que conozcas. Hay veces que por completar un equipo empiezas a hacer un grupo variado de personas que casi ni os conocéis. Es mejor venir a jugar un grupo pequeño pero que os compenetréis a la perfección.

No usar la fuerza.

Deja la fuerza en casa. No sirve para nada, si algo no se abre de forma simple, olvídate, habrá una forma más fácil de hacerlo. Sed delicados con lo que tocáis, si se rompe algo puede que sea irremplazable y se tengan que suspender las partidas siguientes.

Alcohol no.

El alcohol no es un buen compañero en un escape. Hay gente que se piensa que al ser un juego, puede estar bien venir borracho. Pues no. Es un juego que puede aburriros si no estáis muy despejados. Mejor hacerlo después de jugar. ¡Lo pasaréis mejor seguro! Aunque una vez vino un grupo, que estuvo toda la noche de despedida de soltero y sin dormir. Cuando salieron dijeron que lo mejor para quitar la resaca es venir a jugar a EnigmaPark.

Orden.

Sed ordenados. A lo largo del juego encontraréis muchas piezas que puede que sirvan para avanzar en el juego, pero puede que sirvan para más adelante. Por eso lo mejor es ir dejando todo ordenado en un sitio, y así podréis recurrir a ellas en cualquier momento.

Tranquilidad.

No perdáis los nervios. Los nervios pueden jugaros una mala pasada. Si no leéis bien unas instrucciones, si ponéis mal un numero en un candado, si una cifra la dices cambiada cuando alguien la está introduciendo y nadie comprueba lo que estás diciendo, no pasaréis nunca ese enigma.

Un solo uso.

Llaves de un sólo uso. En casi todos los juegos de escape hay alguna llave a lo largo del juego. ¡No guardarla en los bolsillos. lo mejor dejarla metida en el candado que se abrió, y así evitaréis que entremos en pánico cuando no la encontremos nosotros.

No desesperarse.

Nunca abandonéis una prueba. Si no sabéis cómo resolverla, pedid ayuda para salir del atasco o cambiala con alguien que esté atascada con al suya, pero nunca la dejes. Puede que nadie la haya visto y sea algo imprescindible para avanzar en el juego.

Comodidad ante todo.

Ropa cómoda. Hay veces que la dinámica del juego requiere que estés sentado en el suelo, agachada, de cuclillas, etc.. por eso es mejor olvidarse de minifaldas imposibles o pantalones que enseñan lo que no deben.